Fotografía de interiores de calidad, el problema no es la cámara

Cuando empecé esta aventura por el mundo del Home Staging lo que más me apasionaba era, sin dudar, la decoración. Transformar los espacios llenos de trastos y objetos desnecesarios, en lugares donde apetezca estar y quedarse. Todavía me apasiona, aunque descubrí otra pasión que se lleva muy bien con el Home Staging: la fotografía de interiores.

Siempre me ha gustado la fotografía, pero de una forma muy ligera. Me gustaba ver y seguir gente que hace buenas fotos, me apasionaba fotografiar calles y edificios, principalmente en viaje, pero me faltaba descubrir la fotografía de interiores.

Este tipo de fotografía no hace milagros, pero casi. Una buena elección de la luz y una nueva perspectiva pueden hacer mucho por un espacio. Si es que al final, todo es una cuestión de perspectiva.

Preparar el espacio antes de hacer las fotografías

Ni siempre nos invitan a hacer fotografías a viviendas bonitas y con una decoración impresionante y, mismo cuando lo hacen, hay siempre algo que mover o quitar.

Hay muchos fotógrafos que tienen la filosofía de no tocar en nada, ese no es su trabajo. Yo creo que sí lo es. Para tener un buen encuadre y una composición bonita muchas veces nos falta o nos sobran objetos, por eso también es trabajo del fotógrafo.

Claro que no se van a poder a decorar o a cambiar muebles de sitio, pero recolocar un centro de mesa, quitar un objeto que carga mucho la foto o mover una silla porque solo le vemos un poco de la espalda, etc. Son pequeños detalles que hacen la diferencia.

La luz ayuda mucho en una fotografía de interiores

Cuando entramos en un espacio para captar todo su potencial es esencial obsérvalo. No ver, ni mirar, observar prestando atención a la luz que entra por las ventanas y puertas, observar también los puntos de luz artificial y confirmar sus temperaturas y si pueden ser beneficiosos para el espacio.

La luz natural aporta un brillo y unas sombras únicas difíciles de substituir y de lograr lo que nos transmiten de otra forma. Aunque algunas luces artificiales, también nos pueden aportar calidez, una sensación de confort y hasta decorar el ambiente.

La clave está en observar.

Ninguna cámara tiene la misma capacidad que el ojo humano

El ojo humano tiene la capacidad de ver lo que se pasa dentro de una habitación con tanta claridad como fuera. Una cámara no.

La cantidad de luz que tenemos dentro de una habitación y la del exterior, que se ve por la ventana, no es la misma. Y cuando vamos a hacer una fotografía de interiores no podemos decir a la cámara que dispare a una velocidad y con una apertura para el interior y que en la vista que vemos por la ventada con otras definiciones. Esto se puede resolver utilizando técnicas de fotografía profesional y/o combinando luz artificial con natural.

Esto pasa en todas las cámaras de mundo, por eso el problema no es la cámara, si no la técnica, el conocimiento y tu ojo.

Ni de arriba, ni de abajo, la altura puede cambiar mucho una foto

No hay ninguna altura ideal, aunque la de los ojos difícilmente sea la perfecta.

Si haces la fotografía muy de arriba estarás dando mucha importancia a la parte superior de la habitación, parecerá que el espacio se está cayendo y, además, como normalmente utilizamos objetivas gran angular, los objetos de los bordes de la foto parecerán raros.

Si la haces muy de abajo puede que no se vean todas las superficies que quieres mostrar y estarás dando más importante a la parte inferior de la estancia.

Todo depende de lo que estás fotografiando y que quieres transmitir.

Dicen que la altura más standard para hacer una buena fotografía de interiores es, más o menos, la del ombligo, a medio de la altura de la habitación. Aunque para cocinas, baños y dormitorios esto no funciona.

Lo mejor, como ya comentamos antes, es observar. Tanto con el ojo como a través de la cámara.

El rebelado de la fotografía no es cosa del pasado

Sea con la cámara más cara del mercado o con la más accesible, una fotografía profesional de interiores tiene que ser siempre editada, o mejor rebelada.

Las fotos deberían ser siempre hechas en formato RAW, para que podamos sacar el máximo partido a cada imagen. Por eso, es necesario pasar cada una de ellas por el editor de imágenes y ajustar la exposición, contraste y otros parámetros, además de tener que montar una imagen cuando tiene diferentes tipos de luz.

Todo esto sin perder la noción de la realidad, ya que una foto de interiores se quiere real, para transmitir lo que realmente es.

Hacer un reportaje de interiores de calidad no es así tan fácil

Hay muchísimos pasos y, principalmente, detalles para tener en cuenta cuando se hace un reportaje fotográfico profesional de interiores y la mejor forma es practicar, practicar y practicar.

Te invito a ver algunas fotografías hechas por mí en este apartado de la web y a dejar un comentario sobre lo que es más importante para ti en una fotografía de interiores.

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